El llamado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se produce en un momento en que el mundo se enfrenta a múltiples crisis humanitarias y relacionadas con el clima que ponen en riesgo la vida y los medios de subsistencia de personas de todo el mundo.
Se trata de una convocatoria para acelerar la consecución de las metas relacionadas con la salud en vísperas de la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y de un número sin precedentes de reuniones de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas centradas en la salud.
De acuerdo con el comunicado todos esos encuentros están destinados a fortalecer la prevención, preparación y respuesta ante pandemias, ofrecer cobertura sanitaria universal y poner fin a la tuberculosis.
“Ahora que los líderes de los gobiernos se reúnen para asumir compromisos en torno a tres grandes cuestiones de salud, tienen la oportunidad de demostrar que la salud es una inversión, no un costo, y que es fundamental para que las familias, las sociedades y las economías sean prósperas y resilientes”, destaca el texto.
Si algo nos enseñó la Covid-19 es que cuando la salud está en peligro, todo está en peligro, afirmó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al recordar que la pandemia causó enormes trastornos económicos, sociales y políticos, y estancó o revirtió los avances hacia las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En su opinión la Asamblea General de la ONU brinda la ocasión para que los líderes mundiales demuestren que aprendieron las dolorosas lecciones de la pandemia, y adoptar medidas concretas con el fin de prosperar hacia un mundo más saludable, más seguro y justo para todas las personas.
También señaló que los avances en la reducción de la mortalidad infantil y materna se han estancado (en algunas regiones, las tasas incluso han aumentado) y los progresos en la lucha contra enfermedades infecciosas como el VIH/sida, la tuberculosis y la malaria se han tambaleado.
Además, se registran retrocesos en la salud y los derechos sexuales y reproductivos, mientras el acceso a herramientas que salvan vidas es desigual en todo el mundo, y millones de personas no tienen la atención necesaria o no pueden costeársela.
De igual forma las enfermedades no transmisibles y los trastornos mentales, responsables de más del 70 por ciento de las muertes a nivel global, amenazan el desarrollo social y económico.
La mala salud priva a individuos, familias, comunidades y naciones enteras de oportunidades para crecer y prosperar, apuntó Tedros, quien precisó que esas condiciones exponen a miles de millones a la pobreza, a enfermedades fácilmente prevenibles y tratables como la tuberculosis, y al impacto de futuras epidemias y pandemias.
El titular de la OMS encabezará la delegación de la agencia sanitaria en la Asamblea General y, junto con altos directivos, participará en reuniones de alto nivel y en otros actos, como la presentación de la versión actualizada del Informe sobre el seguimiento mundial de los progresos realizados en materia de cobertura sanitaria universal.
mgt/crc