Abinader precisó que Santo Domingo no puede tomar parte, pero que debe conocer cuál es el proyecto, para saber qué medidas tomar.
Meses atrás, esa nación africana ofreció enviar fuerzas de paz a Haití para enfrentar la violencia producto del azote de las pandillas y en agosto último una misión viajó a Puerto Príncipe a fin de evaluar las necesidades de la Policía y analizar la situación allí.
En esa ocasión, el primer ministro Ariel Henry sostuvo que el apoyo a la Policía permitiría restablecer la seguridad en el territorio nacional.
Abinader y Ruto se reunirán en Estados Unidos la próxima semana, donde participarán en la Asamblea General de las Naciones Unidas, que comenzará el martes próximo en Nueva York.
El jefe de Estado expresó que es imposible asistir a la ONU y no hablar del tema haitiano, «porque, como hemos dicho, todos los países pueden cansarse de Haití, menos la República Dominicana».
El Gobierno de Abinader dio hasta el jueves próximo a esa vecina nación para que resuelva el un conflicto en la frontera, donde civiles haitianos retomaron la construcción de un canal para desviar las aguas del río Masacre o, de lo contrario, aseguró, dispondrá el cierre total por vía terrestre, marítima y aérea.
El mandatario convocó la víspera a una reunión de urgencia con el Consejo de Seguridad Nacional, en la cual se decidió suspender la entrada de los involucrados en el conflicto interno el páis vecino , detener la emisión de visados a ciudadanos haitianos hasta nuevo aviso y mantener el cierre total de la frontera por Dajabón (norte).
De igual manera, el gobernante dispuso la construcción del proyecto de la presa Don Miguel en el río Dajabón o Masacre, que delimita una parte de la frontera, para garantizar el agua a los productores locales y como una solución definitiva a largo plazo.
Por último, informó que se solicitará una reunión bilateral de la mesa hídrica binacional con el interés de acordar una solución definitiva.
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