En un discurso la víspera en ocasión del aniversario 44 de la constitución de la Policía Nacional, el jefe de Estado recordó que esa acción militar para derrocar a Allende fue organizada, bendecida y aplaudida por los imperialistas.
El líder sandinista añadió que ese golpe también fue respaldado por todas las administraciones de la época que en América Latina y Europa no querían un Gobierno popular.
“Se cumplen 50 años de un hecho abominable (…), de los que se han dicho defensores de la democracia y los derechos humanos. Hace 50 años se produjo un golpe como el que añoran los vende patria”, manifestó.
Denunció que fue una intervención abierta de Estados Unidos, que conspiró con Augusto Pinochet los planes para promover paros, huelgas y provocar descontento en la población y luego poner en práctica el plan brutal que quedó para la historia.
“Están ahí las imágenes de los soldados, de los tanques, la imagen de Allende con un casco y un fusil resistiendo con 40 compañeros en la Presidencia. Y la aviación después bombardeando y asesinando a los 40 héroes que con el heroico presidente dieron su vida antes de rendirse ante los imperialistas”, rememoró.
Para el gobernante nicaragüense, es un crimen de lesa humanidad las miles de personas asesinadas y desaparecidas por la dictadura pinochetista, considerada como una de la más sangrientas en la región.
En ese sentido, se refirió a la pasividad de los organismos de derechos humanos internacionales, los cuales aún permanecen sin abrir un proceso que lleve a sancionar a los asesinos que permanecen organizados y tienen partido y lograron dividir al pueblo chileno.
“Un 44 por ciento de la población todavía a estas fechas, siguen añorando el fascismo y que partidos de corte fascista, admiradores de Pinochet lleguen al gobierno en Chile”, señaló.
Ortega subrayó que mientras esas fuerzas fascistas tengan legitimidad en Chile, no habrá democracia en la nación sudamericana.
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