En el sexto día de enfrentamientos, la rivalidad se extendió desde el barrio de Al Tiri, Ras al-Ahmar y al-Bustan hasta cuarteles y zonas de emergencia, con el uso de proyectiles y lanzamientos de bombas.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Noticias, una bala impactó cerca del McDonald’s de Saida, en el extremo sur de la ciudad, y otras cayeron intensamente en las cercanías de la filial de la Universidad Libanesa.
En este contexto, Fatah anunció que sus miembros se adhieren nuevamente a un alto el fuego después de frustrar el ataque en el barrio de Al Tiri y causar víctimas.
A través de un comunicado, precisó que continuará ocupándose de cualquier grupo terrorista que detecte en el campo.
Según indicó, el miembro de los Comités Ejecutivos de la Organización para la Liberación de Palestina y del Movimiento Central Fatah, Azzam Al-Ahmad, llegó a esta capital para discutir la nueva situación en Ein al-Hilweh y alcanzar un acuerdo.
El movimiento insistió en la necesidad de entregar a los asesinos del general de brigada Abu Ashraf Al-Armushi, y cuatro de sus compañeros, como acordaron ayer las fuerzas palestinas en reunión con el director de Seguridad Pública.
La escalada en Ein al-Hilweh comenzó el pasado 29 de julio con el choque armado entre fuerzas palestinas y extremistas interesados en posicionarse en el campamento para usarlo como base de operaciones terroristas en suelo libanés, de acuerdo con medios locales.
Tanto el Ejército como la resistencia islámica libanesa Hizbulah decidieron mantenerse al margen y propiciar un entendimiento pacífico entre las partes para un cese de las hostilidades, en tanto la agresión no trascienda a otras áreas del país.
El campamento de Ein al-Hilweh es el más grande de los 12 asentamientos de palestinos en Líbano con alrededor de 80 mil ciudadanos, de un total de 250 mil por toda la nación.
mem/yma