La operación desarrollada durante los primeros días de esta semana responde a la lucha nacional contra el tráfico de personas y la entrada irregular a través de las fronteras, precisó una declaración de las Fuerzas Armadas.
En este contexto, el gobierno interino pidió a los servicios militares y de seguridad una mayor coordinación entre sí para mejorar las posiciones en las rutas utilizadas por los infiltrados, así como implementar operaciones conjuntas y atacar las redes de contrabando.
Durante una reunión consultiva, el gabinete solicitó al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados aumentar la colaboración con los ministerios y agencias militares libaneses con el fin de proporcionar condiciones apropiadas e inmediatas para el regreso seguro de los sirios a su país.
En este sentido, el Ejecutivo convocó a fortalecer los canales diplomáticos para explicar la gravedad de esta cuestión al Líbano y a la seguridad regional y europea, a la luz de la disminución de las capacidades que permiten controlar las operaciones de tráfico a través de tierras y aguas territoriales nacionales.
De acuerdo con fuentes militares, alrededor de ocho mil sirios entraron recientemente al Líbano, el 95 por ciento de los cuales son jóvenes, quienes también utilizan a la nación como línea de tránsito para la inmigración ilegal hacia Europa.
La semana anterior, el ministro de Asuntos Sociales de Líbano, Héctor Hajjar, afirmó que Siria está sometida a un “importante bloqueo económico debido a la Ley César» y culpó a la administración de Estados Unidos del nuevo desplazamiento.
En declaraciones al canal panárabe Al Mayadeen, el titular también responsabilizó a la comunidad internacional de las repercusiones de la crisis de los refugiados sirios en suelo libanés.
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