El Comité Supremo de Emergencia de los Prisioneros, que agrupa a representantes de todas las facciones palestinas, anunció la medida tras calificar como un triunfo la nueva postura de Israel.
No obstante, alertó que los detenidos continúan en alerta ante una posible escalada con el Servicio Penitenciario.
La huelga de hambre es una espada legítima y permanente para preservar nuestros derechos, subrayó el comité un comunicado.
La batalla solo terminará cuando liberemos a nuestra tierra de un enemigo que sólo entiende el lenguaje del desafío y la confrontación, señaló.
A finales del pasado mes, el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, decidió que los presos palestinos de seguridad solo recibirían una visita cada dos meses, el doble de tiempo a lo planificado hasta ese momento.
La disposición afectó a unos mil 600 de casi cinco mil reclusos, de acuerdo con medios de prensa.
El gobierno, partidos y organizaciones palestinas condenaron la decisión y advirtieron que provocaría una nueva ola de tensión y violencia.
Según el diario israelí Yedioth Ahronoth, la directora del Servicio Penitenciario, Cathy Perry, así como los estamentos de seguridad rechazaron la medida al considerar que desencadenaría más violencia en las cárceles.
También la Cruz Roja expresó su firme oposición e incluso amenazó con recurrir a los tribunales internacionales si se perjudicaban las condiciones de los reos.
Recientemente, el ministro canceló la liberación de presos palestinos enfermos y ancianos cuyas sentencias por delitos leves están a punto de cumplirse.
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