El viceprimer ministro y canciller de Etiopía, Demeke Mekonnen, abogó por una verdadera reforma para acomodar las decisiones y las oportunidades en beneficio del Sur Global ante la disparidad histórica en el acceso al conocimiento científico a la tecnología.
Mekonnen denunció que las sanciones y las medidas económicas coercitivas que violan los principios de la ONU y del derecho internacional afectan los avances en ese sector y el desarrollo económico.
“Etiopía rechaza cualquier sanción unilateral y medidas económicas coercitivas impuestas contra los países en desarrollo y se pronuncia por su eliminación como un gesto de buena voluntad para la armonía global”, recalcó.
Precisó que facilitar el conocimiento y la transferencia de tecnología de los países en desarrollo y la cooperación Sur-Sur fomenta la innovación y la celera la implementación de los objetivos del milenio. Proveer las capacidades locales creará las condiciones particularmente para que África se convierta en la próxima frontera de la revolución industrial.
En ese sentido, explicó que Addis Abeba aprobó su primer plan estratégico económico y un plan de desarrollo de 10 años en 2021 encaminado a una economía inclusiva en mayor desarrollo y que aviva los cambios de valores globales y regionales.
Destacó la tendencia muy favorable en la implementación de esa estrategia y el gobierno etíope trata de mejorar las operaciones comerciales junto a una búsqueda de apoyo. “Tenemos un plan y pensamos que el sistema digital global encierra la solución de muchos de los retos que la comunidad internacional puede llevar a cabo para cumplir con sus ambiciones”.
El Grupo de los 77 y China es ampliamente reconocido por su compromiso con la transferencia de tecnología y con la Carta de las Naciones Unidas y por su apoyo internacional inclusivo, concluyó.
Por otra parte, el primer ministro de Djigouti, Abdoulkader Kamil Mohamed, destacó el trabajo de Cuba al frente del grupo y las negociaciones para fortalecer la cohesión entre sus miembros, lo que consideró un factor motivacional fuerte para contribuir a los objetivos ambiciosos y a los intereses comunes.
Mohamed recordó que las desigualdades entre los países del norte y el sur se amplían cada vez más y enfrentan una desafortunada situación en la cual están perdiendo años de esfuerzo por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Nuestros países del sur son los más afectados y enfrentan una inflación galopante, la deuda externa con elevados costos, a los conflictos bélicos, a la inseguridad alimentaria y conflictos geopolíticos, a los efectos negativos del cambio climático y a la degradación del medio ambiente”, enfatizó.
Para enfrentar esos desafíos, agregó, la ciencia, la tecnología y la innovación contribuirán a acelerar la productividad, la competitividad y a facilitar la plena integración de los países en desarrollo a la economía mundial.
Consideró que el progreso científico y técnico es esencial para alcanzar los ODS y enfrentar los efectos del cambio climático, sin embargo, la mayoría de los países del sur no tienen acceso a las nuevas tecnologías.
“Esto hay que solucionarlo lo más rápidamente posible para tener un mundo más justo, menos desigual y más inclusivo que privilegie la solidaridad y la cooperación internacional, permitiendo al mismo tiempo la movilización de los recursos necesarios para apoyar los esfuerzos de estos países por alcanzar el desarrollo”, subrayó.
La unidad del Grupo G77 y China en los debates internacionales es esencial para la integración legítima de nuestros pueblos y, al interior del grupo, las discusiones son importantes para identificar los puntos de convergencia y explorar los mecanismos e iniciativas que contribuyen a la complementariedad.
Instó al grupo a ser más coherente y unido que nunca para defender nuestros intereses en los procesos de negociación multilateral en curso de gran importancia como el Pacto Digital Mundial, el proceso de revisión general del mundo en la Cumbre de los ODS, la cumbre del futuro, para lo que es necesario una acción concertada.
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