Durante un encuentro sostenido aquí, Fernández reiteró la necesidad de una solución pacífica a la disputa de soberanía sobre ese territorio y Guterres se comprometió a reclamar al Gobierno británico que cumpla con las disposiciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Mediante la resolución 37/9 de 1982, la Asamblea General instó a los dos países a reanudar las conversaciones para encontrar en el más breve plazo una solución al conflicto y orientó al secretario tomar medidas para garantizar que lo anterior ocurra.
En múltiples ocasiones, Argentina denunció la negativa del gobierno británico a volver a la mesa de diálogo y condenó la presencia militar de la nación europea en las Islas, así como la exploración y explotación ilegal de sus recursos naturales.
Como parte del diálogo sostenido, el jefe de Estado y el representante de la ONU analizaron también los desafíos actuales a escala regional y global.
Además, conversaron sobre la importancia de repensar la arquitectura financiera internacional, con foco en los sobrecargos de intereses.
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