Durante la ceremonia de apertura, el director de la oficina multisectorial para la región del este asiátiaco de la Unesco, Shanbaz Khan, recordó que Nanjing fue la primera urbe china en ganar el título de Ciudad Internacional de la Paz, otorgado por ese organismo.
Por otro lado, instó a un desarrollo global a través de la paz, el cual permita un futuro sustentable, inclusión, más derechos y diálogo.
Según el profesor, estos objetivos forman parte de la razón de ser de la Unesco y en ese sentido, celebró lo logrado por esta ciudad china después de su pasado histórico doloroso tras la invasión de Japón en 1937.
El secretario general de la Comisión Nacional de China para la Unesco, Qin Changwei, consideró de gran importancia explorar de forma conjunta las estrategias para el desarrollo, compartir los logros de la civilización e intercambiar experiencias.
«La paz es el deseo más duradero y fuerte largamente acariciado de la humanidad, solo de esa forma la sociedad puede prosperar y desarrollarse», enfatizó.
Asimismo, el directivo llamó a mantener la paz mundial, pero reconoció que para ello «se necesita del esfuerzo conjunto de todos los países y sectores».
«Este tema enfrenta grandes desafíos en medio de un complejo escenario internacional», agregó durante la ceremonia.
Por su parte, Zoon Ahmed Khan, investigadora pakistaní del Centro para China y la Globalización, defendió la necesidad de construir un futuro compartido entre todos e instó a encontrar la unidad, pese a las diferencias entre los pueblos.
El 18 de septiembre de 1931 un incidente en Manchuria, noreste de China, provocó el comienzo de la invasión del imperio nipón a este territorio y la segunda guerra sino-japonesa.
En diciembre de 1937, Nanjing era conocida como la capital del sur del gigante asiático y el ejército japonés comenzó un asedio que terminó con la masacre de unos 300 mil habitantes.
Este devino uno de los peores episodios del holocausto y marcó la vida de sus ciudadanos hasta el presente.
Sin embargo, la Universidad de Nanjing fue la primera casa de altos estudios en hacer investigaciones sobre la paz y toda esta urbe del sur se concentra en transmitir la idea de reconciliación y no de enfrentamiento, uno de los motivos que la hicieron merecedora del título de Ciudad Internacional de la Paz.
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