De acuerdo con un comunicado divulgado por la Presidencia del Consejo de ministros de este país, entre las medidas aprobadas hace unas horas por ese órgano se encuentran la ampliación a 18 meses del límite máximo de estancia en los Centros de Repatriación.
Esta norma, presentada en una reunión efectuada el lunes último, se aplicará, de acuerdo con el límite máximo que prevé la Unión Europea (UE), a extranjeros no solicitantes de asilo con necesidades específicas, y se dividirá ese período en seis meses iniciales, seguidos de prórrogas trimestrales.
Dichas prórrogas se aplican si el extranjero no coopera con su expulsión o por retrasos en la obtención de la documentación necesaria de terceros países, lo cual representa un incremento respecto al límite actual de tres meses, con posible prórroga de 45 días.
Se aprobó además por decreto de la presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni, a propuesta del ministro de Defensa, Guido Crosetto, un plan para la construcción, por parte de los ingenieros militares, de nuevos centros de repatriación, los cuales se edificarán en zonas escasamente pobladas y fácilmente vigiladas.
El pasado domingo 17 de septiembre, Meloni visitó la sureña isla de Lampedusa, uno de los principales escenarios de la aguda crisis migratoria que afecta este país, junto a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, para evaluar la situación.
Durante su estancia en el lugar, la mandataria italiana señaló que “nos enfrentamos a una magnitud tal, en términos de flujos migratorios, que si no trabajamos seriamente y juntos para combatir las salidas ilegales, las cifras de este fenómeno abrumarán primero a los estados fronterizos, pero luego a todos los demás”.
Por su parte, von der Leyen expresó que “estamos aquí para una respuesta coordinada. La emergencia migratoria es causada por los traficantes” y anunció un plan de intervención de 10 puntos, que incluye el apoyo de la Unión Europea (UE), “para sacar a los inmigrantes de Italia apelando al mecanismo de acogida voluntaria”.
“Debemos mejorar la vigilancia naval y aérea trabajando también en nuevas misiones y ayudando a la guardia costera tunecina. Es necesario, con la colaboración de las autoridades italianas, destruir todas las embarcaciones utilizadas por los traficantes”, agregó.
“La Agencia Europea de Asilo tendrá que ayudar a Italia a examinar las solicitudes”, añadió la presidenta de la CE, y precisó que “quien no tenga derecho de asilo tendrá que regresar a su país de origen”.
Se refirió además al apoyo que la comunidad regional debe dar a Túnez, uno de los principales puntos de partida de los migrantes por el corredor marítimo del Mediterráneo central, para tratar de frenar las salidas.
De acuerdo con el último parte oficial emitido por el Ministerio del Interior, entre el 1 de enero y el 18 de septiembre de 2023 arribaron a Italia, solo por la vía marítima, 129 mil 869 inmigrantes irregulares, casi el doble de los 68 mil 195 que llegaron en igual período del pasado año, lo cual ilustra la gravedad de la situación.
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