Bela Megale, columnista de ese periódico, asegura que Bolsonaro se reunió ese año con la cúpula de las Fuerzas Armadas y ministros del ala militar de su gobierno para discutir detalles del texto que abriría la posibilidad de una intervención en el país.
Denuncia que, si se hubiera puesto en práctica, el plan de asonada impediría el cambio de gobierno en Brasil, después que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ganó las elecciones.
La información llegó a la actual jefatura de las Fuerzas Armadas, como uno de los hechos narrados en denuncia premiada por el teniente coronel Cid.
Tal confesión se trata de un pacto entre el acusado y el Ministerio Público (acusador), y el primero colabora con las investigaciones.
O sea, el delator renuncia a su derecho al silencio y en cambio recibe una ventaja, que puede variar de acuerdo con el grado de su colaboración. El informe de Cid cayó como una bomba entre los militares, refiere la comentarista.
Según la información recogida por la columna de O Globo, el exedecán comunicó que él mismo fue uno de los participantes en una reunión, en la cual se debatió un borrador de golpe entre los presentes.
El dato que más generó tensión en la cumbre de las Fuerzas Armadas es que Cid reveló que el entonces comandante de la Marina, el almirante Almir Garnier Santos, habría dicho a Bolsonaro que su tropa estaría lista para adherirse a un llamado del entonces mandatario.
La denuncia premiada de Cid es considerada un punto de partida de las investigaciones.
Megale apunta que la Policía Federal (PF) trata el tema con cautela y secreto.
Para que los hechos sean validados y las personas citadas por el teniente coronel sean eventualmente responsabilizadas, es necesario que haya pruebas que corroboren las informaciones transmitidas por el exasistente de Bolsonaro, detalla la periodista.
A comienzos de mes, el alto oficial dejó la cárcel tras decisión del ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal.
Desde el 3 de mayo, Cid permanecía detenido en el Batallón de Policía del Ejército, en Brasilia, por presuntos fraudes en la gestión de datos de la vacunación antiCovid-19 de su antiguo jefe. De Moraes expidió el permiso de liberación del alto oficial y determinó medidas cautelares, como el uso de una tobillera electrónica.
Su liberación ocurrió en momentos en que emergió el acuerdo de delación premiada de Cid ante la PF sobre el escándalo del caso joyas, la cual implicaría directamente a Bolsonaro.
La confidencia alcanza no solo al político ultraderechista, sino al bolsonarismo (partidarios del exmilitar) en su totalidad.
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