Mediante una declaración, la representante del organismo multilateral expresó que, por su propia constitución, Líbano se presenta como un faro de coexistencia interreligiosa.
Al respecto, indicó que más allá de la simple ausencia de guerra, el país requiere de una paz arraigada en una sociedad resiliente y estable, en pos de garantizar una vida digna a los ciudadanos, el respeto de sus derechos y libertades.
En este sentido, enfatizó en la necesidad de una voluntad política y acción decidida para hacer realidad la visión de un futuro compartido entre todos.
A propósito del tema de este año de responder a los riesgos globales con soluciones colectivas, la titular elogió los esfuerzos de las Fuerzas Armadas Libanesas y otras agencias de seguridad del Estado para mantener la estabilidad, a la luz de los recientes incidentes de violencia.
La representante de la ONU destacó la importancia de respetar la Constitución libanesa, el Acuerdo de Taef, que puso fin a la guerra civil (1975-1990), y las resoluciones del Consejo de Seguridad, en particular la 1701 adoptada en agosto de 2006.
Sobre esta última, reconoció el papel de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas, establecidas aquí desde 1978, en coordinación con las partes libanesas para mantener la calma y la estabilidad a lo largo de la Línea Azul.
Respecto al vacío presidencial, Wronecka indicó que el estancamiento político y una prolongada crisis socioeconómica y financiera socavan la capacidad de las instituciones estatales para cumplir con sus deberes, y amplía la brecha de pobreza y desigualdad.
“La polarización política y la intransigencia cada vez más profundas amenazan la cohesión social de Líbano y el sentido de pertenencia entre su pueblo”, puntualizó.
En esta línea de pensamiento, convocó a los líderes políticos a actuar en aras del interés nacional, buscar soluciones reales y prácticas para un futuro mejor para el país levantino.
Mientras los líderes mundiales debaten en la 78 Asamblea General de las Naciones Unidas para renovar su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Coordinadora Especial abogó por una acción concertada en Líbano para implementar las reformas de recuperación.
En todos estos esfuerzos y con el compromiso de la soberanía nacional, la paz sostenible, la estabilidad, el desarrollo y no dejar a nadie atrás, Wronecka reiteró el compromiso de la ONU de continuar su apoyo al Estado y al pueblo libanés.
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