En el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, el titular señaló el alza derivado de estos percances en el número de emergencias que se atienden en las instituciones sanitarias, constatado a partir del intercambio con sus directores.
Subrayó que los hechos no se dan solo en la capital, sino igualmente en hospitales departamentales y regionales, en los cuales la mayoría de los pacientes politraumatizados provienen de accidentes de motocicletas.
Este año, el San Juan de Dios atendió mil 708 casos, mientras el Roosevelt maneja un dato similar o mayor, ejemplificó la autoridad durante la entrevista.
“Esto tiene como efecto la saturación de los servicios ante el uso de camas hospitalarias de larga estancia”, acotó, aparte de referir el alto costo de la atención, que –dijo- presiona los presupuestos.
Calificó el tema de complejo y aseguró que lo están abordando “porque desgraciadamente hay que ir al origen del problema”, subrayó.
Preguntó cómo se obtienen las licencias, la ingesta de bebidas alcohólicas u otras sustancias que impactan especialmente los fines de semana, sobre todo en jóvenes, remarcó.
Se trata de un problema multisectorial, pero que ya es considerado como un problema de salud pública importante, enfatizó Coma.
El Departamento de Tránsito de la Dirección General de la Policía Nacional Civil alertó días atrás que de enero a agosto de 2023 registró tres mil 465 accidentes de motocicletas.
Los datos del Observatorio Nacional de Seguridad de Tránsito indicaron que del total, 702 personas fallecieron y tres mil 105 resultaron lesionadas.
Los motoristas constituyen un fenómeno de cuidado en las vías de Guatemala y otra prueba tangible está en que les impusieron el 42 por ciento de las multas aplicadas.
La epidemia deja a diario familias en luto, a pesar del plan oficial de «cero tolerancia» en la vía y de las sanciones.
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