Al intervenir en la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) sobre salud, la funcionaria destacó el Plan Estratégico Nacional para el Control de la Tuberculosis 2023-2027, el cual tiene el objetivo para el 2025, reducir el 75 por ciento de las muertes causadas por esta enfermedad.
Ese programa también pretende una disminución del 50 por ciento en la tasa de incidencia en comparación con 2015, agregó.
Berríos aseveró que Panamá ha demostrado un firme compromiso con esta causa a través de la creación de normas nacionales y la promulgación de la Ley 169 del 12 de octubre de 2020, que establece el marco jurídico para el control y la prevención de la tuberculosis.
También admitió que el país enfrenta desafíos significativos como la movilidad de la población indígena, que en busca de mejores condiciones de vida, ha complicado en algunos casos el seguimiento del tratamiento, aumentando el riesgo de la enfermedad y disminuyendo las tasas de curación.
Añadió que pese a esos retos, entre ellos la pandemia de Covid-19, se ha logrado avances notables como la reducción de la tasa de mortalidad por tuberculosis de 5.2 por 100 mil habitantes en 2015, a 3.2 por 100 mil habitantes en 2022.
Para el Ministerio de Salud, dijo, la tasa de éxito del tratamiento de la tuberculosis se aprecia en el auge del 30 por ciento en 2015 al 58 por ciento en 2021, gracias a nuevos esquemas de medicamentos.
Panamá enfatizó el compromiso de continuar trabajando para lograr un país libre de tuberculosis con el apoyo internacional y el esfuerzo conjunto, señaló Berríos.
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