El periodista Jorge Garrido afirmó que quien cometió ese acto no tiene ni ideología, ni rumbo y es, además, la expresión del fracaso de una política de muchos años, de hostigamiento, aislamiento ejercido contra Cuba y bloqueo, que no ha conseguido los resultados esperados para quienes los comenten.
Es un acto de desesperación bárbara que debe condenarse, enfatizó Garrido y aseguró que cualquier agresión a una embajada del país que sea es condenable.
Por su parte, Juan Ernesto Alfonso Morales, quien es actor y director de teatro, manifestó que condena todo acto de violencia que atente contra la vida y contra la libertad de expresión y de pensamiento.
«Nada justifica la violencia. El dialogo ante las diferencias establece un camino a la verdadera democracia. El terrorismo, solo nos conduce al exterminio», advirtió el artista.
De igual forma Estela Parra, rechazó el ataque con dos cócteles molotov, cometido por un sujeto contra la sede diplomática de Cuba en Estados Unidos, y advirtió que como cubana no acepta ningún acto terrorista contra su país.
Jorge Casteleiro, gerente del restaurante Ilhé Habana que mantiene las tradiciones culinarias de su país en Colombia, calificó de repudiable y vergonzoso el ataque contra la legación de la isla en Washington y recalcó estar contra de todo tipo de violencia.
Anoche, tuvo lugar un ataque terrorista contra las instalaciones de la embajada cubana y auqnue no provocó daños al personal que se encontraba en la sede y a solicitud de la misión diplomática cubana, oficiales del Servicio Secreto estadounidense se presentaron en la embajada y tuvieron acceso a sus instalaciones para constatar la acción violenta perpetrada.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, los grupos anticubanos acuden al terrorismo ante la bancarrota moral de su odio contra Cuba y la impunidad que creen disfrutar.
De manera regular, en los intercambios oficiales que sostiene la embajada con el Departamento de Estado, se ha alertado que la conducta permisiva de las agencias de cumplimiento de la ley de los Estados Unidos frente acciones violentas pueden estimular la comisión de hechos de esta naturaleza, detalla una declaración de la cancillería.
Este es el segundo ataque violento contra la sede diplomática cubana en Washington, desde abril de 2020.
En esa ocasión, un individuo de origen cubano, parado en plena calle de la capital estadounidense y haciendo uso de un fusil de asalto, disparó en ráfaga treinta cartuchos contra el edificio.
Aunque no hubo lesiones al personal que se encontraba dentro del edificio, el ataque provocó perjuicios materiales de consideración.
Al cabo de tres años, el comisor del hecho aún espera ser juzgado y el gobierno de los Estados Unidos ha rehusado calificar el hecho como un acto terrorista.
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