Escoltados por numerosos policías, un grupo de extremistas ingresó esta mañana el recinto sagrado tras los llamados a intensificar la entrada de israelíes para conmemorar la fiesta del Yom Kippur, denunció la agencia oficial de noticias Wafa.
Los uniformados penetraron antes para asegurar el complejo religioso y expulsar a los palestinos presentes, criticó el medio noticioso.
Egipto condenó ayer, otra vez, la incursión realizada horas antes, que fue encabezada por un parlamentario israelí.
La acción representa un nuevo episodio de la escalada de ese país, alertó en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El texto consideró esas visitas una provocación para millones de musulmanes en el mundo.
El movimiento israelí Beyadenu, un grupo considerado racista y extremista por los palestinos, reveló días atrás que “en los últimos 12 meses unos 49 mil judíos irrumpieron en la Explanada de las Mezquitas”.
Los datos son tranquilizadores y alentadores, hay estabilidad y coherencia en el número de judíos que ascienden al Monte del Templo (como lo llaman los fieles de esa religión), expresó Tom Nisani, director ejecutivo de Beyadenu, que promueve el ingreso de esa comunidad al sitio, pese al rechazo generalizado de los árabes y los enfrentamientos que provoca.
El lugar es sagrado para las tres grandes religiones abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islam.
Según los acuerdos alcanzados hace décadas a los no musulmanes, incluidos los judíos, solo se les permite visitar el complejo, con numerosas condiciones y a ciertas horas, pero no rezar.
Los judíos realizan sus plegarias en el muro occidental, conocido como de los Lamentos o de las Lamentaciones, que constituye una barrera exterior de la explanada y representa el único vestigio el segundo templo bíblico, construido por el rey Herodes.
Ante el aumento masivo en el número de visitantes de esa comunidad en el sitio, las autoridades musulmanas y palestinas denuncian que Israel intenta cambiar el statu quo del mismo.
La explanada forma parte de la ciudad vieja, ubicada en la parte oriental de la metrópoli, ocupada por el ejército de Israel durante la guerra de 1967.
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