Dos conductores fueron asesinados a tiros, y ambos camiones fueron quemados y destruidos en el camino de regreso desde la capital, Juba, rechazó este lunes en conferencia de prensa Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general António Guterres.
Como resultado de esa acción, reportada este fin de semana, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) suspendió el traslado de suministros a la zona, dijo el vocero.
Por su parte, Mary-Ellen McGroarty, coordinadora humanitaria interina para Sudán del Sur recalcó que quienes brindan asistencia vital a los más vulnerables deben ser protegidos.
«Matar a quienes entregan ayuda mientras intentan salvar vidas es inaceptable», rechazó la representante en la nación africana.
En todo Sudán del Sur, los trabajadores humanitarios en su mayoría personal nacional enfrentan violencia, amenazas y saqueos, entre otros desafíos, mientras intentan llegar a las personas necesitadas, recordó al respecto Dujarric.
Ese país encabeza la lista de los lugares más peligrosos del mundo para los trabajadores humanitarios.
Hasta agosto de este año, Naciones Unidas registró en ese territorio 40 ataques y 22 muertes.
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