Para las suramericanas el abrazo representó una notable mejoría con respecto a su primer encuentro ante las niponas, que se saldó con estrepitosa goleada de 8-0 el pasado sábado.
En la localidad de la prefectura de Fukuoka las albicelestes, que en el pasado Campeonato Mundial no ganaron ningún partido pero dejaron buenas sensaciones según los especialistas, pudieron frenar a las japonesas.
Para el cuadro dirigido por Germán Portanova estos encuentros sirvieron como preparación para los próximos Juegos Panamericanos, que se disputarán desde finales de octubre en Chile.
En la cita continental Argentina jugará en el grupo B, junto a Costa Rica, Estados Unidos y Venezuela, con el objetivo de repetir podio, tras ser plata en Lima 2019.
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