De acuerdo con la fuente, los residentes en varias partes de la nación recibieron a los políticos con el mismo descontento, a pesar de que representan a partidos diferentes.
Los ciudadanos indignados reprocharon al canciller haber desatado el conflicto en Ucrania, la inflación en la nación y la crisis migratoria.
Algunos de los presentes incluso exigieron que el Gobierno dimitiera y que sus miembros fueran juzgados, según la fuente.
Por otro lado, los residentes le aconsejaron a Berbock abandonar el puesto y acusaron a su partido de inyectar armas en Ucrania.
El partido de los Verdes, a la que pertenece Berbock, en este momento es para muchos el espantapájaros de la nación, e incluso el hecho de que la ministra de Asuntos Exteriores intente mostrarse cercana al pueblo, no puede cambiar la situación, afirmó el diario.
Según él, los políticos solo pueden poner buena cara y seguir adelante.
Recientemente, la propia Berbock admitió que la mayoría de los alemanes no comprenden las razones por las que Berlín debería apoyar a Kiev.
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