Ejecutado a instancias de Estados Unidos, el proyecto constituye una “agresión peligrosa contra el pueblo palestino y asesta otro duro golpe a su causa”, afirmaron en un comunicado conjunto el Partido Comunista y la alianza Hadash.
Encabezada por el diputado Ayman Odeh, Hadash es una coalición que incluye a los comunistas, y cuenta con cuatro escaños en la Knesset (Parlamento).
No habrá normalización ni paz ni estabilidad mientras no se reconozcan los derechos nacionales legítimos del pueblo palestino, advirtió el texto.
Al rechazar el proceso de diálogo entre ambos países, esas agrupaciones argumentaron que las conversaciones otorgan un sello de legitimidad árabe al “gobierno de transición fascista de derecha más extremo y peligroso en la historia de Israel”.
Acusaron a la administración de Netanyahu impulsar la anexión de los territorios palestinos, perpetuar la ocupación, ejecutar una limpieza étnica e imponer la supremacía judía.
“Lo más peligroso es que tal acuerdo de normalización, si se lleva a cabo, será un salvavidas para el gobierno de Netanyahu y (el ministro Itamar) Ben Gvir, que se enfrenta a un creciente aislamiento internacional debido a su naturaleza fascista y extremista”, subrayaron.
Las autoridades sauditas e israelíes confirmaron en los últimos días por separado el inicio de contactos, aunque Riad alertó que cualquier acuerdo debe tener en cuenta las aspiraciones palestinas.
El ministro de Turismo Haim Katz aterrizó ayer en Arabia Saudita para asistir a una conferencia de las Naciones Unidas, convirtiéndose así en el primer miembro de un gabinete israelí en encabezar una delegación al reino.
oda/rob