En su discurso durante el evento Qu señaló que “la mecanización puede ser una poderosa fuerza de cambio, pero sólo si es ambientalmente sostenible y no deja a nadie atrás, especialmente a las mujeres y a los pequeños agricultores”, señala un comunicado divulgado este miércoles por la oficina de prensa de ese organismo internacional.
En esta conferencia que sesiona del 27 al 29 de septiembre en la sede de la FAO en Roma, participan de manera presencial o a distancia más de ocho mil agricultores, catedráticos, científicos agrícolas y proveedores de servicios de mecanización.
Están presentes además funcionarios de agencias de desarrollo, formuladores de políticas, especialistas en extensión, representantes de la sociedad civil, líderes de opinión y empresarios del sector privado, lo cual favorece un amplio diálogo centrado en ese tema, apunta la fuente.
Durante este foro se pretende aumentar la conciencia sobre la contribución de la mecanización agrícola sostenible a la implementación del propio marco estratégico de la FAO y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Posibilita además compartir información y conocimientos sobre la dirección estratégica y los avances técnicos en mecanización en todo el mundo; y demostrar el liderazgo técnico y el poder de convocatoria de la FAO para ayudar a sus miembros a aprovechar la misma de manera sostenible.
Los debates se distribuyen en una serie de sesiones temáticas, sobre temas como la mecanización de la producción de cultivos, la automatización y el empleo de la Inteligencia Artificial.
“En un momento en que el hambre y la inseguridad alimentaria en el mundo son inaceptablemente elevados y más de tres mil millones de personas aún no pueden permitirse una dieta saludable, transformar nuestros sistemas agroalimentarios para mejorar su eficiencia, inclusión, resiliencia y sostenibilidad es más urgente que nunca”.
En tal sentido, “seguir como siempre simplemente no funcionará. Necesitamos innovar y estar bien equipados”, aseveró el director general, quien precisó que “la sostenibilidad y la inclusión deberían ser los principios rectores de todas las tecnologías avanzadas y emergentes, lo que significa que deberían beneficiar a todos, sobre todo al agricultor”.
“Esto requiere garantizar que estas tecnologías y equipos sean adaptables a los contextos locales, además de accesibles y asequibles. Sobre todo, no pueden contribuir a ampliar la brecha digital descuidando a las mujeres y a los jóvenes”, agregó Qu.
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