La huelga es convocada por la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), que agrupa al sector de la atención primaria.
El gremio reclama más recursos para los centros de atención familiar y comunitarios, las postas rurales y todos los dispositivos de prevención y promoción sanitaria.
También demanda más cupos para el incentivo al retiro, que se entrega a los empleados en dependencia de los años de trabajo, a fin de compensar las bajas pensiones.
“Solo hemos recibido propuestas y buenas intenciones de parte del Gobierno, no tenemos nada que nos respalde y que diga que estas situaciones van a ser resueltas”, dijo la presidenta de Confusam, Gabriela Flores.
Por su parte, la Confederación Nacional de los Trabajadores de la Salud Pública (Fenats) convocó para el próximo lunes a otro paro en rechazo al despido de más de seis mil 300 funcionarios del sector tras el fin de la alerta sanitaria por la Covid-19.
La presidenta de Fenats, Karen Palma, calificó de inflexible la posición del Gobierno luego de una reunión de dos horas este miércoles con representantes del Ministerio de Salud.
Palma recordó que la decisión no solo afecta a los trabajadores despedidos y sus familias, sino también a millones de usuarios a lo largo de todo el país.
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