Esta es una de las festividades más importantes de Asia y como casi todas, tiene su explicación en la mitología.
La historia de amor y sacrificio entre Hou Yi y Chang Er que termina con esta última ascendiendo a la luna tiene una antigüedad de más de tres mil años.
El Festival de Medio Otoño o de la Luna se celebra el día 15 del octavo mes del calendario lunar, por eso su fecha exacta en el calendario gregoriano varía.
En esta jornada los chinos disfrutan de un día libre de trabajo en el que las familias se reúnen para jugar juntos, compartir, hacer faroles y colgarlos en las casas, y lo más importante: comer unos pequeños pasteles redondos rellenos de diferentes ingredientes.
Estos dulces conocidos como Pasteles de luna tienen en su superficie motivos de la tradición cultural china y es usual comerlos junto con té.
La fiesta se extiende hasta la noche, cuando todos se reúnen para disfrutar juntos de la luna y entrar de manera «oficial» en el otoño.
Es preciso tener en cuenta que como sociedades agrícolas, en Asia el cambio de estaciones tenía efectos sobre las cosechas.
En particular durante esta época era el momento de recolectar arroz y maíz, de ahí que las familias también aprovecharan la festividad para agradecer a los dioses.
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