Tras concluir el conteo de votos de los comicios de ayer, el partido de Fico asegura 42 de 150 escaños de la Asamblea Nacional (Parlamento), por encima de los 32 diputados que controlará el liberal partido Eslovaquia Progresista, tras obtener 17,96 puntos de respaldo popular.
Ninguna de esas dos formaciones contará con el número de asientos necesario para una mayoría que le garantice formar un gobierno y por ello deberán buscar aliados para una coalición en el ejecutivo, destaca el diario digital pravda.sk.
La alianza más probable por el momento es la del Smer-SD con el centroizquierdista partido Hlaz (Voz)-Democracia Social, dirigido por un antiguo subordinado de Fico y que, al lograr el 14,7 de los votos, contará con 27 asientos en el nuevo legislativo.
El ultranacionalista Partido Nacional Eslovaco también podría unirse al proyecto de gobierno del ex primer ministro, después de contar con el 5,62 por ciento de los boletos depositados, lo cual le garantiza 10 puestos.
De esa forma, Fico podría contar con 79 escaños de lograr la coalición, con lo que aseguraría la mayoría necesaria.
En la Asamblea Nacional (parlamento) ingresaron siete formaciones políticas que quedaron por encima del cinco por ciento de los votos, en el caso de los partidos, y del siete, en el de las alianzas.
A los seis mil colegios electorales abiertos la víspera en este país de 5,449 millones de habitantes asistió el 68,4 por ciento de los 4,3 millones de empadronados.
Fico recibió las felicitaciones del primer ministro húngaro, Viktor Orban. Adivinen quien está de vuelta, afirmó el gobernante magiar, en alusión a un posible tercer mandato del político eslovaco de 59 años, quien ya dirigió el gabinete de 2006 a 2010 y de 2012 a 2018.
El ex jefe de Gobierno se pronuncia, como lo hace Orban, por el fin del rearme de Ucrania, la búsqueda de una solución de paz al conflicto en ese país y en contra de su ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Además, el dirigente socialdemócrata desarrolló una campaña electoral en la que defendió la estabilidad política y los intereses nacionales en detrimento de un posicionamiento internacional de Eslovaquia.
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