El órgano del legislativo votó este martes a favor de sacar a McCarthy del puesto a través de una moción destitución que fue debatida y luego aprobada en una votación que no ha tenido lugar en más de 100 años.
El representante de extrema derecha Matt Gaetz, republicano por Florida y enemigo jurado de su colega de California, cumplió sus promesas y el lunes tomó medidas para forzar un sufragio para derrocarlo.
La tarde de este martes, la Cámara Baja votó 216-210 para derrocar al líder republicano, después de una votación previa 208-218 para presentar la moción de Gaetz.
Por primera vez en la historia de Estados Unidos un presidente de la Cámara de Representantes del Congreso sucumbe por una moción de destitución.
El derrocamiento de McCarthy obliga a los republicanos (con el control de la Cámara Baja) a nuevas negociaciones para elegir a un nuevo líder.
McCarthy pasó trabajo para llegar a tener el mazo. En enero pasó la prueba después de 15 rondas de votaciones -algo también histórico- porque no se ponían de acuerdo sus mismos colegas y tuvo que hacer demasiadas concesiones a quienes ahora le pasaron la cuenta.
La moción fue impulsada precisamente por ese puñado de detractores republicanos muy conservadores y un amplio grupo de demócratas que también criticaron su liderazgo.
«Tengo la intención de presentar una moción de revocación contra el presidente McCarthy esta semana», anticipó el republicano de Florida en una entrevista concedida el domingo al programa State of the Union, de la cadena CNN.
Similares planteamientos los hizo a ABC News, después de que el Senado y la Cámara Baja votaron casi a última hora del sábado a favor del proyecto de ley a corto plazo para mantener al gobierno financiado hasta el 17 de noviembre.
En respuesta a los pronunciamientos de Gaetz, McCarthy advirtió que no es nada nuevo, porque había intentado interponer obstáculos desde el desde el momento en que se postuló para el cargo, pero “sí, sobreviviré”, creyó entonces.
Gaetz sacó a relucir que McCarthy “llegó a un acuerdo con los conservadores de la Cámara de Representantes en enero, y desde entonces ha incumplido descarada, repetida y materialmente” eso.
Para el republicano este pacto “que hizo con los demócratas, para superar en gran medida las barreras de gasto que habíamos establecido, es realmente la última gota».
Los republicanos de línea dura advirtieron públicamente durante semanas que su colega de California podría encarar una votación para sacarlo del puesto si trabajaba con los demócratas en un plan de resolución continua para financiar el gobierno.
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