La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) señaló en un comunicado que en total suman 13 familias, integradas por 84 personas.
Los desplazados citaron como principal causa de su huida las restricciones de movimiento impuestas por las fuerzas de seguridad israelíes.
A principios de la década de 1980, Masafer Yatta fue designada área militar israelí cerrada para entrenamiento y desde entonces se la conoce como Zona de Tiro 918.
Según OCHA, hasta hace poco en la región había 215 hogares palestinos, que sumaban una población de mil 150 personas, incluidos 569 menores de edad.
En mayo de 2022, la Corte Suprema de Israel decisión que el país “tiene autoridad para declarar el área como zona de fuego, y que sus habitantes no son residentes permanentes”.
Durante años, y en especial tras el fallo judicial, Israel intensificó las restricciones de movimiento, la confiscación de propiedades y demolición de viviendas, alertó el organismo de la ONU.
Señaló que en la actualidad los militares patrullan la zona con mayor frecuencia, lo cual afecta la movilidad y el acceso a los mercados y servicios básicos, así como el envío de forraje e insumos para el ganado, del que depende la mayoría de sus habitantes.
Desde marzo de este año la comunidad de Khirbet Bir Al ‘Idd está vacía tras el desplazamiento de las dos últimas familias.
OCHA advirtió que el traslado forzoso de civiles desde o dentro del territorio palestino ocupado está prohibido por el derecho internacional humanitario.
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