Según los investigadores la vacuna, conocida como R21, resulta más factible producirla comparada con la primera aprobada, llamada RTS,S, además de ser más barata por dosis.
R21 cumplió el objetivo de la OMS de una eficacia del 75 por ciento en la prevención de la enfermedad en un ensayo con cuatro mil 800 niños que recibieron tres dosis antes de un pico estacional de malaria, en tanto una inoculación de refuerzo después de 12 meses mantuvo la protección.
«Al agregar la vacuna a las herramientas actuales, se salvarán decenas de miles de vidas de niños cada año», dijo a la prensa la epidemióloga Mary Hamel, quien dirige el Programa de Implementación de la Vacuna contra la Malaria de la OMS.
El inmunógeno, que ya ha sido aprobado en Burkina Faso, Ghana y Nigeria, estará disponible a mediados de 2024 a un precio de entre dos y cuatro dólares por dosis, mientras que RTS,S, cuyo uso la OMS recomendó en niños en 2021, cuesta 9,30 dólares por inyección.
RTS,S, que se vende bajo el nombre de Mosquirix y es producida por la compañía farmacéutica GSK, con sede en Londres, se ha administrado a más de 1,7 millones de niños en Ghana, Kenia y Malawi desde 2019.
Debido al suministro limitado, la vacuna no puede satisfacer la demanda de combatir la enfermedad transmitida por mosquitos que mata a más de 260 mil niños africanos menores de cinco años anualmente.
El último fármaco inyectable, una forma modificada de RTS,S desarrollada en la Universidad de Oxford, Reino Unido, será fabricado por el Serum Institute of India en Pune, que dice tener capacidad para producir más de 100 millones de dosis al año.
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