Las fuerzas israelíes han endurecido las restricciones en la zona, donde los residentes dicen que están siendo obligados a irse, precisó en un comunicado Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general, António Guterres.
Desde julio, el siete por ciento de los residentes de Masafer Yatta han sido desplazados, lo que equivale a más de 80 personas, y más de la mitad de ellos niños.
Un peor escenario enfrentan los mil palestinos que quedan en el área, quienes corren el riesgo de ser trasladados por la fuerza.
Las Naciones Unidas y sus socios continúan brindando asistencia humanitaria en Masafer Yatta, pero ese apoyo se ha vuelto más difícil en los últimos años debido a las restricciones israelíes, enfatizó el vocero.
El coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente, Tor Wennesland, manifestó recientemente su grave preocupación por el incremento de la violencia en Cisjordania hasta niveles no vistos en décadas.
El experto advirtió además del uso de armamento cada vez más letal, incluso en zonas densamente pobladas, dijo al presentar al Consejo de Seguridad su informe sobre el estado del conflicto entre junio y septiembre.
Durante esa etapa, los militares de Israel asesinaron a 68 palestinos, incluidos 18 niños, e hirieron a dos mil 830 más.
Esas muertes se perpetraron en manifestaciones, enfrentamientos, operativos de seguridad, ataques, supuestas agresiones contra israelíes y otros incidentes, dijo.
En tanto, los colonos israelíes mataron a otros dos palestinos y lesionaron a 73.
Otras violaciones graves fueron las demoliciones y confiscaciones de estructuras de propiedad palestina en toda Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, así como de escuelas.
Solamente en la Ribera Occidental ocupada, incluida Jerusalén Oriental se construyeron más de 10 mil viviendas del 15 de junio al 19 de septiembre, recalcó Wennesland con un llamado de atención sobre el uso desmedido de la fuerza por los colonos.
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