A través de una declaración, la Resistencia islámica libanesa enfatizó que la batalla en Siria continúa contra los grupos terroristas y sus financistas regionales e internacionales.
En su condena al atentado, Hizbulah consideró que el hecho confirmó la gravedad de la conspiración global contra Siria y su firme pueblo, que vuelve con apoyo extranjero explícito a territorio levantino.
La Resistencia reafirmó su pleno apoyo al liderazgo, ejército y pueblo de Siria en la lucha por preservar la unidad y la seguridad del país.
Al mismo tiempo, indicó que la tragedia no debilitará a Siria, «sino que incrementará su fuerza y determinación de seguir la batalla».
En esta línea de pensamiento, la reunión de los partidos, fuerzas y personalidades nacionales libanesas denunció a la administración estadounidense por proporcionar cobertura y terreno apropiado a los grupos terroristas en la guerra contra la resistencia árabe y Siria.
La agrupación condenó el injusto bloqueo económico impuesto al pueblo sirio, especialmente la Ley César, además del robo de recursos naturales como el petróleo y el trigo.
También rechazó la obstrucción de Washington a los esfuerzos del Estado sirio para extender su autoridad sobre todas las tierras y restaurar la vida en la nación.
El colectivo nacionalista renovó la condena a las acciones terroristas y llamó a los pueblos árabes y libres del mundo a alzar la voz en denuncia de la criminalidad estadounidense.
Reiteró a los dirigentes sirios el pleno apoyo frente a la guerra y el asedio; a la vez que manifestó condolencias a los mártires y deseó pronta recuperación a los heridos.
Desde suelo libanés, diputados, el movimiento Amal y el vicepresidente del Consejo Supremo Islámico Chiita, Ali Al-Khatib, también repudiaron el crimen y elogiaron la determinación del pueblo y el Ejército de Siria para derrotar a los terroristas que buscan dividir y fragmentar a la nación.
Organizaciones terroristas atacaron ayer con drones la ceremonia de graduación de cadetes de la academia militar en Homs, ubicada a unos 200 kilómetros al norte de Damasco.
El bombardeo causó la muerte de 89 personas, entre ellas 31 mujeres y cinco niños, además de provocar lesiones a otros 277 ciudadanos, incluidos heridos graves entre las familias de los invitados.
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