Las autoridades de salud de la Franja de Gaza detallaron en un comunicado que 256 personas perdieron la vida y mil 788 sufrieron lesiones en ese enclave, la mayoría provocados por los continuos bombardeos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Por su parte, el Ministerio de Salud israelí informó en su último reporte más de 300 muertos y mil 864 heridos.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) lanzó ayer miles de cohetes contra Israel (cinco mil según el grupo, aunque las FDI anunció tres mil) y luego decenas de sus milicianos cruzaron la vigilada frontera de la Franja de Gaza e ingresaron a ese país.
Numerosos pueblos y localidades, incluidas bases castrenses, quedaron en poder de los milicianos, aunque en las últimas horas el Ejército retomó el control de las mismas.
En sendas declaraciones, Hamas y la Yihad Islámica palestina anunciaron la captura de numerosos israelíes durante la campaña, lo cual fue confirmado por un vocero de las FDI de ese país, quien evitó dar una cifra concreta.
En respuesta, Israel declaró la guerra y ordenó una amplia movilización de sus reservas para una inminente ofensiva contra Gaza.
La Cancillería palestina denunció que esta nueva crisis es consecuencia de 75 años de ocupación y hostigamiento israelí ante la mirada silenciosa de la comunidad internacional.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados criticó en un comunicado la política de doble rasero y “el silencio de la comunidad internacional respecto de las prácticas criminales y racistas de las fuerzas de ocupación israelíes”.
Horas antes, el presidente de Palestina, Mahmoud Abbas, afirmó que su pueblo tiene derecho a la defensa ante los continuos crímenes de las fuerzas de seguridad y los colonos de ese país.
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