En el centro de la polémica están las declaraciones del líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, quien opinó la víspera que toda violencia desatada contra Israel o Gaza solo prueba una cosa: “La violencia no hace más que reproducirse a sí misma”.
Los dos pueblos deberían poder vivir en paz y seguridad uno al lado del otro, la solución existe, la de los dos Estados, conforme a las resoluciones de la ONU, subrayó el varias veces candidato presidencial en la red social X (otrora Twitter).
En los micrófonos de la cadena BFM TV, la primera ministra Élisabeth Borne acusó este domingo a los insumisos de disfrazar el antisemitismo con el antisionismo y esgrimió que la postura fijada por Mélenchon equipara a “una organización terrorista con un Estado democrático”.
El gobierno francés condenó el ataque de Hamas a Israel, y el presidente Emmanuel Macron alegó el derecho de ese país a defenderse, pero evitó referirse a los bombardeos indiscriminados contra Gaza o al contexto de la nueva escalada en el Medio Oriente, caracterizado por más de 55 años de ocupación y colonización de los territorios palestinos.
Borne criticó la “ambigüedad” de la fuerza política de izquierda y reiteró el apoyo a Israel en una guerra que en total ronda el millar de víctimas fatales a ambos lados de la frontera, en su mayoría civiles.
Mélenchon respondió a los comentarios de la primera ministra, a quien acusó de “aprovechar” el conflicto para lanzar su guerra contra los insumisos.
Ante el tenso debate, la secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, instó a Borne a dedicar toda su energía al reclamo de un alto el fuego, en lugar de “generar polémica”.
En general la clase política francesa, al margen de los colores, ha rechazado la acción de Hamas, pero algunas voces en la izquierda han llamado a considerar el escenario imperante en la región, en particular la ocupación israelí.
Ayer, el secretario nacional del Partido Comunista Francés, Fabien Roussel, calificó de urgente emprender la iniciativa diplomática para abrir el camino hacia la descolonización de los territorios palestinos ocupados por Israel y la coexistencia pacífica de ambos pueblos en dos Estados viables.
Respetemos el Derecho Internacional y el conjunto de las resoluciones de la ONU, afirmó después de condenar el ataque de los milicianos, en alusión a decisiones que abogan por la existencia de un Estado palestino al lado de su vecino israelí en paz y con las fronteras predeterminadas, límites que con frecuencia se citan los existentes antes de 1967.
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