Tal determinación emergió después de un laudo judicial, bajo pena de multa diaria por valor de 100 mil reales (unos 20 mil dólares).
La huelga podría afectar a 43 aeropuertos en el país, entre ellos el de Guarulhos, en la Gran Sao Paulo, el de Viracopos, en Campinas, el de Santos Dumont, en Río de Janeiro, y el de Pampulha, en Belo Horizonte.
Representados por el Sindicato Nacional de los Trabajadores en la Protección al Vuelo, los empleados reclaman un reajuste salarial del 8,5 por ciento, correspondiente a la inflación desde el último acuerdo.
La NAV Brasil ofreció un 4,83 por ciento, oferta que fue rechazada.
El sindicato también exige mejoras en la ayuda a la salud y la realización de concursos para la contratación de personal en las áreas administrativa y operativa.
Durante una reciente asamblea virtual, el 64,5 por ciento de los 1,1 mil trabajadores votaron a favor de la inacción.
Alegaron que la estatal tuvo un beneficio de 324 millones de reales (unos 63 millones de dólares) en 2022 pero, aun así, ofreció un reajuste muy inferior al pedido.
Según trascendió, los controladores tenían previsto una hora de huelga al día. En la segunda semana, desde el día 16, el paro se debía ampliar a dos horas por jornada.
La NAV Brasil fue creada en diciembre de 2020 por el Gobierno del entonces presidente Jair Bolsonaro, atendiendo a un pedido de las Fuerzas Armadas.
Por el momento, la empresa reforzó que se mantiene abierta al diálogo y está empeñada en la búsqueda de la merecida valoración de sus empleados.
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