La división es evidente en la Cámara Baja donde solo ocho de los 221 congresistas republicanos en ese hemiciclo, todos pertenecientes a la línea dura del partido, lograron crear las condiciones para expulsar a McCarthy. Pero también las brechas se observan ahora entre los republicanos del Senado, lo que refleja la parcelación más amplia en esa fuerza política entre los conservadores tradicionales y los alineados con el MAGA (Make America Great Again, o sea, Que América vuelva a ser grande) del expresidente Donald Trump.
Muchos senadores republicanos de la corriente principal están apoyando silenciosamente que la Cámara de Representantes elija al líder de la mayoría Steve Scalise (Luisiana) sobre Jim Jordan (Ohio), quien recibió el respaldo público de Trump.
Trump declaró en Truth Social que Jordan “será un GRAN presidente de la Cámara (de Representantes) y tendrá mi respaldo completo y total”.
Por su parte, Kevin Hern (Oklahoma), presidente del Comité de Estudio Republicano, desistió el sábado en competir por el puesto.
Los legisladores que quieren a Scalise creen que tendría una mejor relación de trabajo con el líder republicano del Senado, Mitch McConnell (Kentucky), y sería mejor a la hora de perfeccionar los proyectos de ley que deben aprobarse.
Además, muchos senadores del propio partido desconfían de la investigación de juicio político de la Cámara Baja contra el presidente Joe Biden que Jordan está liderando con su colega que encabeza el Comité de Supervisión de la Cámara, Jim Comer (Kentucky). Para ese grupo, la medida de impulsar el impeachment a Biden es una mala decisión antes de las elecciones de 2024 y, de hecho, advirtieron que el tema solo aportará pérdida política cuando en realidad necesitan centrarse en hablar de economía, seguridad fronteriza y criminalidad.
Sin embargo, los republicanos del Senado alineados al exmandatario (2017-2021) buscan sacudir el establishment del partido en Washington y favorecer a Jordan, advirtió el diario The Hill.
De momento la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen una ajustada mayoría, sigue paralizada luego de la moción de destitución aprobada el pasado 3 de octubre que dejó a McCarthy sin el mazo, algo inédito en la historia de Estados Unidos.
Mañana la conferencia del partido sostendrá una reunión en el Capitolio a la que anunció Trump que iría como elemento “unificador”, según piensa, y el miércoles deberán elegir al reemplazo del defenestrado.
Se espera que no sean necesarias las hasta entonces sin precedentes 15 rondas de votaciones, como ocurrió en enero cuando la elección de McCarthy.
Debemos cambiar la atmósfera envenenada en Washington, dijo Biden al pedir el fin del caos lo más rápido posible.
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