El Ministerio de Salud palestino anunció el fallecimiento de Adam Al-Julani, de 16 años, como consecuencia de las heridas sufridas anoche durante los enfrentamientos en el campo de refugiados de Qalandia, en la zona este de Jerusalén.
Horas antes, otros tres ciudadanos perdieron la vida en el mismo lugar baleados por soldados israelíes.
Esta mañana otro joven fue abatido cuando intentó atropellar con una excavadora a un grupo de militares en un retén castrense, ubicado cerca de la ciudad de Hebrón.
Por su parte, la agencia oficial de noticias palestina denunció que los uniformados israelíes continuaron este lunes con los cierres de los puestos de control en torno a Jerusalén, lo cual dificulta la entrada y salida a miles de personas.
Según diversos reportes de la prensa nacional, lo mismo ocurre en otras gobernaciones palestinas, donde se informan de cierres de carreteras y pueblos enteros, así como más controles policiales.
La escalada de violencia comenzó el sábado en la mañana, cuando el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) lanzó miles de cohetes contra Israel y luego iniciaron una ofensiva terrestre desde el enclave costero que tomó por total sorpresa al Ejército y a los estamentos de seguridad.
Hamas anunció ese día que la campaña es una respuesta a los sistemáticos crímenes de las fuerzas de seguridad y los colonos israelíes cometidos durante años.
Desde entonces murieron más de 700 personas en Israel y otras dos mil 382 resultaron heridas, incluidos 73 soldados y 34 policías.
En tanto, las autoridades de salud de Gaza informaron, por su parte, que 413 personas perdieron la vida allí, incluidos 91 niños y 61 mujeres, y más de dos mil 300 resultaron heridas.
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