Katz indicó que ordenó a la empresa Mekorot cortar inmediatamente el suministro del líquido, del que depende gran parte de los dos millones de palestinos que viven en el enclave costero.
Poco antes, el titular de Defensa, Yoav Gallant, decretó un bloqueo total contra ese territorio, bajo intensos bombardeos de la aviación desde el sábado último, tras una ofensiva del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) contra Israel.
“He ordenado un asedio completo a la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni comida, ni combustible, todo está cerrado. Estamos luchando contra animales y actuaremos en consecuencia”, subrayó Gallant.
Esta mañana el vocero de las Fuerza de Defensa de Israel (FDI), brigadier Daniel Hagari, anunció la movilización de 300 mil reservistas en las últimas 48 horas, en medio de preparativos para una invasión terrestre contra el enclave.
Hagari también amenazó a toda la dirección de Hamas, tras su ataque contra el país el pasado sábado, que desencadenó las hostilidades.
En ese contexto bélico, la ministra palestina de Salud, Mai Al-Kaila, acusó a Israel de bombardear de forma deliberada hospitales y equipos médicos en la Franja de Gaza, en medio de un conflicto en grandes proporciones que amenaza con extenderse.
En una declaración, Al-Kaila instó a la comunidad internacional a adoptar medidas urgentes para frenar la agresión de las fuerzas ocupantes contra los las instalaciones y trabajadores del sector en ese enclave costero, donde viven más de dos millones de personas.
La agencia oficial de noticias palestina Wafa denunció que “los aviones de combate de ocupación lanzaron una serie de ataques violentos, parecidos a una política de tierra arrasada”.
Las incursiones provocaron sendas masacres en los campamentos de refugiados de Jabalia y Al-Shati, donde se reportan decenas de muertos y heridos, así como importantes daños materiales, señaló.
La fuente resaltó que desde el sábado la aviación israelí destruyó al menos cuatro mezquitas y tres bancos, además de numerosos edificios.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios señaló este lunes que “más de 17 mil 500 familias, que suman más de 123 mil 538 personas, fueron desplazadas internamente” en ese territorio por los ataques.
Además, indicó, más de 400 mil palestinos quedaron afectados en apenas dos días por los daños a los servicios de agua, saneamiento e higiene.
Según los últimos reportes, más de mil 360 palestinos e israelíes murieron en las últimas 48 horas.
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