Esto significa, dijo, que Egipto cumplió las metas de cobertura programática de la OMS que prepararán al país para lograr la reducción de la incidencia y mortalidad, objetivos de eliminación total antes de 2030.
“El camino recorrido por Egipto, desde tener una de las tasas más altas del mundo de infección por hepatitis C hasta estar en el camino hacia la eliminación en menos de 10 años, es nada menos que asombroso”, afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Añadió que esta nación es un ejemplo para el mundo de lo que se puede lograr con herramientas modernas y el compromiso político al más alto nivel para utilizarlas con la finalidad de prevenir infecciones y salvar vidas.
El organismo internacional detalló que desde que Egipto lanzó su campaña nacional, conocida como “100 millones de seha”, es decir, 100 millones de vidas saludables, se realizaron pruebas a más de 60 millones de personas y más de cuatro millones recibieron tratamiento.
Como resultado, se redujo la incidencia de nuevas infecciones de 300 por 100 mil habitantes en 2014 a nueve en 2022, lo cual está muy cerca del objetivo final de eliminar la hepatitis C de menos de cinco por 100 mil nuevos casos por año y niveles similares para las muertes por hepatitis viral.
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