Ese traslado sería contrario al derecho internacional y a resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, como tampoco estaría acorde con la posición común de la Unión Europea, señaló Lipavský, citado por Radio Praga Internacional.
Además, en la actual época inestable de seguridad de ninguna forma sería prudente que la República Checa llamé la atención de la comunidad internacional, al tomar una decisión crucial como esa en el conflicto palestino-israelí, señaló el canciller.
En ese caso, me sería imposible garantizar la seguridad de las embajadas checas, de sus diplomáticos y familiares, así como de otros nacionales en otros estados, donde se rechaza radicalmente la idea de ese movimiento, comentó.
Con anterioridad, el primer ministro, Peter Fiala, indicó que respaldaba la posibilidad de llevar la embajada checa a Jerusalén y adelantó una posible discusión del asunto con la coalición en el Gobierno.
Israel ocupó Jerusalén oriental en 1967 y se mantiene allí pese a las demandas de la comunidad internacional y la ONU de que esa zona debe constituir la capital del futuro estado palestino, en medio de la política de Tel Aviv de mantener ocupada gran parte de Cisjordania.
La propuesta de Fiala se conoce en medio de la confrontación de Israel con el movimiento de resistencia Hamas que lanzó desde la Franja de Gaza una operación sin precedentes el pasado día 7, después de 75 años de ocupación sionista.
En la confrontación, la cifra de muertos de ambas partes supera los mil 300 y las de heridos se acerca a siete mil.
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