En su cuenta de X (antes Twitter), el comando internacional precisó que su personal permanece en las posiciones y trabajando, en coordinación con las Fuerzas Armadas Libanesas.
Al mismo tiempo, confirmó el aumento de las patrullas y las operaciones para ayudar a detectar lanzamientos de cohetes a través de sus capacidades de radar.
La Unifil expresó su colaboración activa con las autoridades de ambos lados de la Línea Azul para reducir la situación y evitar malentendidos.
El contigente de la ONU agregó que las fuerzas de paz continúan con su trabajo esencial, aunque en ocasiones ha sido desde refugios para su seguridad.
Al respecto, enfatizó que el principal objetivo es ayudar a evitar el conflicto entre Líbano e Israel, a fin de mantener la seguridad y la estabilidad en la zona.
La Unifil reiteró su compromiso con los mecanismos de enlace y coordinación en todos los niveles, para garantizar la paz en la región.
Ayer, el Ejército libanés anunció que las zonas fronterizas del sur fueron bombardeadas por las fuerzas israelíes y que varias granadas de mortero cayeron en el patio de un centro militar, que causaron lesiones en un oficial.
En este contexto, la Resistencia Islámica libanesa (Hizbulah) atacó el cuartel Branit, que es el centro de mando de la División israelí Galilea, en una primera respuesta a la muerte de tres combatientes como consecuencia de los ataques israelíes a localidades y pueblos del país.
Mediante un comunicado, Hizbulah agregó que utilizó misiles guiados en la acción contra el cuartel Avivim, centro de mando de un batallón afiliado a la Brigada Occidental israelí.
En la declaración emitida, la Resistencia libanesa lamentó la muerte de los combatientes Hossam Mohammad Ebrahim, Ali Raif Fatuni y Ali Hassan Hodraj..
La frontera sur de Líbano vive un estado de alerta desde el lanzamiento el pasado sábado de la operación Diluvio de Al-Aqsa del movimiento palestino Hamas, en respuesta a 75 años de agresiones y crímenes israelíes.
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