La ceremonia se realizó en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores en esta capital, donde el canciller Denis Moncada entregó la distinción en nombre del presidente Daniel Ortega y la vicemandataria Rosario Murillo, por el trabajo que realizó el diplomático en este país.
“Durante su misión diplomática, el embajador Palmiro se destacó por su labor consolidando los lazos de amistad, intercambio y solidaridad fraterna que unen al pueblo de Bolivia y Nicaragua, principalmente las relaciones culturales y académicas entre ambos países», expresó el canciller.
Moncada afirmó que, como descendientes de los pueblos originarios de América Latina y el Caribe, de Augusto C. Sandino, Simón Bolívar y Túpac Katari, comparten una misma historia de lucha por la defensa de la soberanía y la autodeterminación.
“El embajador compartió con los estudiantes de Nicaragua sobre la lucha ancestral del pueblo boliviano en contra del racismo y de todas las formas de discriminación en ese hermano país», destacó.
Agregó que fue un activo promotor de las relaciones diplomáticas al participar en diversas actividades políticas, culturales y académicas organizadas por el pueblo y Gobierno nicaragüenses.
El embajador boliviano, por su parte, manifestó su agradecimiento por la alta condecoración y añadió que a ambas naciones los une la lucha contra la pobreza, y por un mundo de paz y mejor para los pueblos indígenas.
“Me ha sobrepasado este homenaje cálido, esta delicadeza de la política exterior nicaragüense, tan tierna y tan combativa, soberana y tan frontal con el imperio, pero delicada y tierna con los amigos, con los compañeros, con los hermanos y así debe ser», subrayó.
Por otra parte, manifestó que existen tiempos difíciles en todos los pueblos y mencionó que los bolivianos están atravesando por uno de esos momentos, “por suerte sin guerra como hay otros hermanos víctimas de esos eventos más trágicos aún”.
Recordó que en Bolivia el pueblo luchó y logró acumular fuerzas hasta llegar al Gobierno del 2006 con el presidente Evo Morales.
La Orden José de Marcoleta en Grado de Gran Cruz, es la máxima distinción que otorga el Ejecutivo sandinista por los méritos extraordinarios adquiridos en el desarrollo de las relaciones internacionales o diplomáticas de Nicaragua en beneficio de la paz y la amistad.
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