En una declaración dada a conocer por el Jornal de Angola, Lourenço condenó todos los actos de violencia en el conflicto y pidió a las partes implicadas “moderación”.
Subrayó que la escalada tendrá un impacto negativo y anulará los esfuerzos de la comunidad internacional para encontrar una paz y seguridad sostenibles en Oriente Medio.
La SADC también expresó su profunda preocupación por la pérdida de cientos de vidas de civiles inocentes en ambos bandos, y la destrucción de propiedades, refirió sobre el comunicado Jornal de Angola.
“Los efectos negativos de este conflicto conducirán sin duda a un aumento del número de desplazados internos, en particular de los grupos vulnerables de mujeres, niños y ancianos”, citó la publicación.
Lourenço exhortó a la comunidad internacional para enviar ayuda humanitaria a la región, especialmente para las víctimas y los desplazados internos acogidos en centros de refugiados.
Asimismo, pidió que entablaran un diálogo con las partes implicadas en el conflicto, con el fin de recurrir a la negociación en la búsqueda de una solución pacífica, de acuerdo con las resoluciones de las Naciones Unidas adoptadas anteriormente, reconociendo la existencia de los dos Estados.
Más de 950 palestinos murieron por las bombas israelíes en la Franja de Gaza en los últimos cuatro días, aunque en el más reciente parte la cifra aumentó a mil 78, y cinco mil resultaron heridos.
Se contabilizaron un gran número de viviendas, edificios, instituciones e instalaciones destruidas total o de forma parcial, a la vez que Israel bloqueó los servicios de electricidad, agua, combustible y alimentos a ese territorio.
Desde el inicio del nuevo conflicto el pasado 7 de octubre, tras un ataque sorpresa lanzado por Hamas, también murieron unos mil 200 israelíes.
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