El objetivo es detener la estrategia que pretende impedir que el presidente electo (Bernardo Arévalo) asuma el cargo y mantener el control del Ejecutivo, subrayaron sus integrantes.
Agrupados bajo el denominado Partido Guatemalteco del Trabajo, señalaron que el poder de ese organismo recae en manos de la burguesía mafiosa, militares en activo y retirados de extrema derecha, así como el crimen organizado.
Incluyeron en su comunicado fuerzas y políticos mafiosos que, en una alianza desde la contrainsurgencia, controlan actualmente el Estado. “Todos los pueblos y sectores compartimos la exigencia de la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthya Monterroso y el juez Fredy Orellana”, plantearon en el texto.
Calificaron a estas personas de “principales operadores que desde el Ministerio Público (MP) y el Organismo Judicial pretenden subvertir el orden constitucional”.
Tenemos claridad –remarcaron- que el mandatario del país, Alejandro Giammattei, así como quienes integran la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Constitucionalidad, hacen parte de este intento de golpe de Estado.
Advirtieron que estos grupos de poder, al observar el mantenimiento y fortalecimiento del paro nacional, intentaron infructuosamente deslegitimar e ilegalizar la movilización popular.
Para ello, agregaron, buscaron penetrarla con grupos de infiltrados para tratar de generar violencia y reprimirla con la utilización de fuerzas policiales y militares.
Sin embargo, resaltaron, estas acciones fueron derrotadas en cada punto, igual los intentos de represión, los cuales resultaron controlados por la ciudadanía.
En las condiciones históricas actuales, aseveraron, solo el paro nacional nos permitirá avanzar en los objetivos trazados en consenso en este momento político.
Estos son limitados de cara a transformar de raíz la nación, pero los avances ideológicos, políticos y organizativos permiten pensar en salir airosos, expuso el Partido Guatemalteco del Trabajo.
Instaron a continuar aportando a “este paro nacional masivo y popular, legal y legítimo”, en abierta referencia a los bloqueos de carreteras en todo Guatemala y las movilizaciones pacíficas de calle.
Autoridades indígenas convocaron a las protestas el pasado 2 de octubre para expresar inconformidad ante las continuadas maniobras desde el MP, alfil del pacto de corruptos, al allanar cajas con papeletas de los comicios.
Arévalo, del partido Movimiento Semilla, deberá asumir la presidencia del país el próximo 14 de enero de 2024, por lo que a pesar de la crisis, continúa en el proceso de transición.
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