Desde el ministerio público continúan las pesquisas en torno al escándalo que tiene en prisión preventiva al ex legislador del oficialista Partido Nacional, acusado de 22 delitos sexuales contra menores de edad.
Taroco será inculpado por comandar una “estafa procesal” al tiempo que están bajo la lupa al menos dos policiales por medidas de seguimiento a las víctimas de Penadés con el fin de influir en el proceso investigativo de Guione, fiscal de Delitos Sexuales.
También se encuentra en prisión el profesor de Historia Sebastián Mauvezín, implicado en el rol de facilitador de los crímenes que se le señalan a Gustavo Penadés, a quien ayer el pleno de la Cámara de Senadores decidió su destitución.
La fiscal afirmó que Taroco, en su cargo de director de la Unidad de Inteligencia y Análisis Penitenciaria del Ministerio del Interior (MI), ordenó a efectivos policiales ingresar al Sistema de Gestión de la Seguridad Pública para obtener datos de los antecedentes e indagatorias de algunos de los denunciantes en el caso Penadés.
Ello a pesar de que la justicia determinó que la identidad de las víctimas fuera reservada.
El titular del MI, Luis Alberto Heber, negó este miércoles en una rueda de prensa que la cúpula de la cartera estuviera enterada de las acciones del jerarca carcelario, por cuyo proceder el Frente Amplio reclamó la renuncia del ministro.
Según Heber, fue la propia Policía la que descubrió que dos de sus agentes recopilaban información para distorsionar el proceso investigativo en la causa del ex senador y la responsabilidad de Taroco.
“No hay dos Policías, hay una sola Policía que actuaba como auxiliar de la Justicia. Y descubrió a estos dos funcionarios que sin orden y sin conocimiento de sus directas autoridades estaban actuando fuera de la ley”, argumentó.
Por su parte el presidente Luis Lacalle Pou consideró «triste» el escándalo que rodea a Gustavo Penadés. «No es la persona que conozco», señaló.
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