De acuerdo con una nota de la Cancillería angoleña, el jefe de la diplomacia del país llamó al representante israelita por sus comentarios en torno al conflicto en la Franja de Gaza, tras la reunión sostenida entre ambos el pasado 11 de octubre.
En esa ocasión António recibió al embajador, quien aprovechó la oportunidad para informar al Gobierno angoleño sobre el particular, una conversación en la cual el canciller condenó “cualquier tipo de acto violento que pueda poner en peligro la paz y la estabilidad en la región”, precisó el comunicado.
Añadió que en las conversaciones la parte angoleña reiteró que la solución del conflicto pasa necesariamente por el cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas sobre la existencia de dos Estados que convivan pacíficamente.
La nota también recordó que la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC), actualmente presidida por Angola, y el mandatario João Lourenço, igualmente expresó su posición sobre la región en un comunicado.
El texto de la Cancillería angoleña, sin embargo, no hace alusión a los comentarios del embajador israelí que motivaron la llamada.
Solomon dijo en una rueda de prensa convocada la víspera, que su país estaba “profundamente decepcionado” por la falta de pronunciamiento de Angola en torno al conflicto con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
Somos buenos amigos de Angola, lamentamos que no haya habido una condena de este ataque, fustigó el diplomático y agregó que otros países de la región como Ghana, Kenya y la República Democrática del Congo lo hicieron.
En otro momento señaló que debido a las buenas relaciones de amistad entre los dos países, tenían la expectativa de que los angoleños condenaran “el atentado”, en alusión al ataque lanzado por Hamas el pasado 7 de octubre.
“Vemos quiénes son nuestros amigos en los momentos difíciles”, subrayó, y acotó que el comunicado de SADC condena la violencia en términos generales y diplomáticos, sin tomar posición.
Ante una pregunta de los periodistas sobre cómo afectaría este hecho las relaciones bilaterales, respondió que sería necesario “esperar a ver qué pasa” para saber cuáles serán los pasos futuros.
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