Desde anoche, el titular de la ONU y su equipo han estado trabajando por teléfono en contacto constante con las autoridades israelíes; también ha tenido conversaciones telefónicas con representantes permanentes en Nueva York y otros funcionarios de la región, dijo el vocero este viernes a la prensa.
Mientras la escalada va en ascenso, los esfuerzos del organismo se centran en garantizar el acceso humanitario a la Franja de Gaza, proteger a los civiles y exigir la liberación inmediata de los rehenes en ese enclave, agregó Dujarric.
Es vital que las autoridades israelíes protejan a todos los civiles en los refugios de la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados Palestinos (Unrwa, siglas en inglés), incluidas las escuelas.
Al mismo tiempo, el portavoz advirtió de la necesidad de evitar que el conflicto se extienda a Cisjordania y a la región en general.
Desde el miércoles, Gaza ha experimentando un apagón total de electricidad que ha llevado los servicios esenciales de salud y de agua y saneamiento al borde del colapso, recordó.
De acuerdo con los datos desde el terreno, los hospitales sólo tienen unas pocas horas de electricidad al día, obligados a racionar las reservas de combustible.
Además, enfrentan a una grave escasez de medicamentos y sangre mientras que la falta de electricidad impacta también en la seguridad alimentaria.
Actualmente no llega ayuda a la Franja de Gaza ya que los cruces fronterizos permanecen cerrados y los propios suministros de la ONU han llegado al fondo del barril, lamentó Dujarric.
Más de 423 mil palestinos huyeron de sus hogares en esa región superpoblada tras siete días de bombardeos, de acuerdo con la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, sin embargo la cifra podría ser mayor ante el complejo escenario.
Los ataques de Israel iniciaron en respuesta a la operación Diluvio de Al-Aqsa del grupo Hamas, lanzada en rechazo a 75 años de crímenes y abusos israelíes.
Hasta la fecha, las autoridades sanitarias palestinas estiman que las incursiones causaron más de mil 572 muertos y siete mil 262 heridos, mientras que Israel reportó mil 300 fallecidos.
lam/ebr