Las autoridades indígenas convocantes y organizaciones sociales unidas continúan el plantón frente a la capitalina sede central del ente investigativo, donde insisten en la renuncia de la Fiscal General Consuelo Porras.
Vendedores de los mercados de los municipios de esta urbe Villa Canales, Villa Nueva y manifestantes provenientes de San Juan Sacatepéquez marcharon hacia el MP como parte de las medidas implementadas en defensa de la democracia.
Ciudad de Guatemala registra dos cierres de vías principales, la 32 calle de la avenida Petapa, zona 12, frente a la Universidad de San Carlos de Guatemala, así como la Calzada José Milla, 15 avenida, zona 6, según informó la Dirección General de Protección y Seguridad Vial.
Los puntos más fuertes de manifestación persisten a lo largo de la carretera Interamericana y Cuatro Caminos, departamento de Totonicapán.
Vídeos en redes sociales expusieron cómo un grupo de choque desalojó de manera violenta, incluso con el empleo de armas de fuego, a manifestantes en el municipio El Asintal, del suroccidental Retalhuleu.
Organizaciones ancestrales impulsaron estas protestas el 2 de octubre pasado y el jueves último dialogaron con el presidente del país, Alejandro Giammattei, en busca de una solución, pero sin resultados.
El mandatario manifestó, a pesar de la ilegalidad que constituyeron los allanamientos del MP al Tribunal Supremo Electoral, que no tiene facultad para solicitar la renuncia de Porras.
Las múltiples entidades sumadas al llamado paro nacional indefinido calificaron a la Fiscal General y varios de sus funcionarios de garantes de la impunidad en este territorio centroamericano.
El ganador de las elecciones presidenciales y abanderado del partido Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo, señaló al MP de promover un golpe de Estado para evitar su llegada al poder, prevista para el 14 de enero de 2024.
La Policía Nacional Civil y el Ejército de Guatemala desplegaron de conjunto, en la madrugada de este lunes, más de mil 200 efectivos, muchos con equipos antimotines, para liberar la planta de El Tesoro, Chimaltenango, que abastece de agua a la mayoría de las zonas de esta urbe.
Al llegar para retomar el control de la instalación, ya no estaban los ocupantes, quienes en un comunicado señalaron que decidieron abandonar el lugar como “un acto de buena fe”, y teniendo presente que el acceso al agua es un derecho humano.
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