Las compañías beneficiadas tienen que tener de 250 a tres mil empleados en Alemania y en la Unión Europea (UE) con una cartera de créditos de 400 millones de euros.
Commerzbank informó este lunes que estas empresas podrán solicitar préstamos a largo plazo, mientras el BEI proporciona garantías que cubren hasta el 50 por ciento de la cartera.
El comunicado de las partes añadió que el acceso a la financiación es ahora más difícil en todo el mundo para las pequeñas y medianas empresas (pymes) debido a los efectos del conflicto en Ucrania, los tipos de interés más elevados, la presión inflacionaria en las cadenas de suministro y del descenso de la pandemia de la Covid-19.
Debido a estos factores y a que empeora la calidad del crédito, el sector bancario orienta sus inversiones y financiación a activos de poco riesgo y, por ello, las empresas medianas pueden tener dificultades para encontrar nuevos apoyos.
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