La pesquisa evidencia que en esos grupos etarios muchos “se sienten tristes o desesperanzados al punto de dejar de hacer sus actividades”, comentó el director del Instituto Nacional de la Juventud (INJU), Felipe Paullier.
El informe Panel de Juventudes, como parte de la Encuesta Nacional de Adolescencia y Juventud, fue presentado con conjunto con el INJU y el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
La investigación permite observar comportamientos ante momentos como la salida de los jóvenes del sistema educativo, ingreso al mercado laboral, salida del hogar de origen, inicio de la vida reproductiva, así como bienestar y salud mental.
En el estudio se señala hay una postergación en términos de edad en la consecución de los principales hitos de transición a la vida adulta.
La postergación de la edad a la que se interrumpen los estudios formales se traduce en una tendencia a permanecer más tiempo dentro del sistema educativo, por lo que las proporciones de asistencia a cursos son mayores en 2022 que en jóvenes de 16 a 19 años en 2018 y 2013.
Por el contrario, en el ingreso al mercado de trabajo se observa una tendencia decreciente entre las encuestas.
Lo mismo ocurre con la proporción de quienes experimentan la transición a la adultez referente a formar hogar propio.
Existe también una menor proporción de personas satisfechas con su situación económica personal en 2022 (37,1 por ciento) respecto a cuatro años antes (81,0 por ciento). Igual sucede con la realidad de la economía hogareña.
Las proporciones de jóvenes de entre 16 y 19 años que manifiestan, en los últimos doce meses, haber sufrido algún tipo de violencia, maltrato y discriminación, son relativamente, consigna el reporte.
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