En la nota de la Cancillería española, descalifica por completo las falsedades vertidas en el comunicado de la Embajada de Israel sobre algunos de sus miembros y asegura que no acepta insinuaciones infundadas sobre sus ministros.
Puede cualquier político «expresar libremente posiciones» como representante de un partido, recalcó.
Al paso también salió la ministra de Derechos Sociales y líder del partido Podemos, Ione Belarra, al remarcar que «denunciar ese genocidio no es alinearse con Hamás, es una obligación democrática”, en referencia a los bombardeos del régimen de Tel Aviv en la Franja de Gaza.
Asimismo, la vicepresidenta segunda y ministra del Trabajo, Yolanda Díaz, máxima figura del conglomerado de partidos de izquierda Sumar, repudió «alto y claro el apartheid israelí».
Además, el titular de Consumo, Alberto Garzón, calificó de «pura barbarie» las acciones del ejército de Israel contra la población civil de la Franja de Gaza.
El Ministerio de Exteriores alegó que la posición del Gobierno en su conjunto con respecto a los ataques terroristas perpetrados por Hamás es clara: «condena tajante, exigencia de liberación inmediata e incondicional de rehenes y reconocimiento del derecho de Israel a defenderse dentro de los límites marcados por el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario».
El texto de la Cancillería subraya igualmente que el Gobierno reitera que la única solución viable para alcanzar una situación de paz y estabilidad en la región es la solución de dos Estados que coexistan en paz y seguridad, «tal y como ha sido avalado por Naciones Unidas».
Anteriormente, la portavoz federal de Izquierda Unida (IU), Sira Rego, exigió “una condena clara” de España y la Unión Europea (UE) por los crímenes de guerra y la limpieza étnica en Gaza.
La también eurodiputada del partido, que forma parte de la alianza minoritaria en el Gobierno de izquierda español, enfatizó que distintas iniciativas deberían poner fin a la ocupación de Israel en Palestina.
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