“El número de desplazados internos desde el inicio de las hostilidades (el 7 de octubre) puede haber alcanzado el millón”, subrayó la entidad en su último parte sobre la crisis en ese enclave costero.
OCHA lamentó que el cruce fronterizo de Rafah, que conecta al territorio con Egipto, continúe cerrado, lo cual, señaló, impide la entrada de la ayuda humanitaria que se necesita desesperadamente, incluidos alimentos, agua y medicinas.
“Gaza está sometida a un apagón total de electricidad por sexto día consecutivo, mientras los hospitales están al borde del colapso porque sus reservas de combustible utilizadas para hacer funcionar los generadores de respaldo se agotaron casi por completo”, advirtió.
El organismo de la ONU destacó que Israel reanudó el servicio parcial de agua en el sur del enclave, pero que la cifra representa menos del cuatro por ciento del total consumida antes del inicio de las hostilidades.
Dado el colapso de prácticamente todos los servicios de agua y saneamiento en Gaza, la población está en riesgo inminente de muerte o podría ser afectada por brotes de enfermedades infecciosas, subrayó.
En ese sentido, advirtió que la última planta desalinizadora de agua de mar que quedaba, de las cuatro que dan servicio al centro y sur de Gaza, cerró el 15 de octubre debido a la falta de combustible.
La mayoría de las 65 estaciones de bombeo de aguas residuales no están operativas, lo que aumenta el riesgo de inundaciones, resaltó.
Asimismo, criticó los bombardeos israelíes contra zonas densamente pobladas en esa región y los disparos de cohetes de milicias palestinas hacia el vecino país.
“Las organizaciones de derechos humanos expresaron su profunda preocupación por los incidentes en los que civiles y bienes de carácter civil parecen haber sido objetivos directos de ataques aéreos israelíes”, apuntó.
OCHA citó datos del Ministerio de Obras Públicas de Gaza, según los cuales, hasta el 14 de octubre un total de ocho mil 840 viviendas fueron destruidas y cinco mil 434 resultaron resultado dañadas o quedaron inhabitables.
La Organización Mundial de la Salud documentó 48 ataques contra la atención sanitaria en la Franja desde el 7 de octubre, que provocaron daños a 24 hospitales y otras instalaciones del sector, cuestionó.
El organismo alertó que “la magnitud de los daños sufridos en el campo de la educación y otras infraestructuras civiles como resultado de los bombardeos también es motivo de creciente preocupación”.
Hasta el 16 de octubre, 164 instalaciones educativas fueron alcanzadas por ataques aéreos, incluida varias que albergaban a refugiados y un edificio universitario, detalló.
Indicó que al menos once mezquitas fueron destruidas, mientras siete iglesias y mezquitas sufrieron daños.
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