Sustentados básicamente en asegurar garantías electorales y políticas, en defender los activos en el exterior y respaldar los derechos históricos, soberanos e inalienables sobre la Guayana Esequiba, los compromisos sustraídos potencian y expresan la voluntad de la inmensa mayoría de los venezolanos.
Demuestran, además, que a pesar de los momentos de discordancia política y polarización vividos en distintos períodos de la Revolución bolivariana, existe la voluntad de superar las diferencias a través del diálogo y utilizar la vía electoral para alcanzar la reconciliación.
Como lo expresó anoche el Ejecutivo en un comunicado, ese es el “único camino para la solución de las diferencias entre los venezolanos”, pero sin injerencias internas y en el marco de la democracia participativa, más cuando existen evidencias de la complicidad de la PU con Estados Unidos.
No puede obviarse que la Plataforma Unitaria está considerada por el oficialismo como el sector más extremo de la derecha nacional, y ha sido protagonista principal de la violencia (mediante guarimbas), de atentados al presidente Nicolás Maduro y del llamado a intervenciones extranjeras.
También pueden mencionarse el robo de los activos en el exterior con cifras multimillonarias, cuyos cabecillas disfrutan el saqueo en el exterior en países como Estados Unidos y España, y son responsables directos de la aplicación de más de 930 medidas coercitivas unilaterales.
Por eso el Gobierno señaló que las negociaciones estuvieron enfocadas “en sanar las heridas sociales causadas por la ilegítima agresión económica”, que castigó en forma colectiva a toda la población sin distingo de clase, político ni social.
Con estos acuerdos, Venezuela da un paso más en el camino para acabar con las «criminales medidas coercitivas unilaterales» adoptadas contra el pueblo, y la recuperación del estado de bienestar alcanzado por la Revolución bolivariana, indicó la nota divulgada por la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez.
El propio Maduro aseguró en la red social, luego de la firma de acuerdos, que no ha sido fácil labrar el camino para “salir adelante poco a poco”, y agradeció la conciencia y fuerza del “pueblo heroico”.
Estamos dando el primer paso para el levantamiento pleno de todas las sanciones, la recuperación progresiva del bienestar social, el crecimiento económico, la consolidación de la paz y la democracia, en el marco de la soberanía plena y la independencia nacional, afirmó optimista.
También el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, coincidió en que es “apenas el primer paso para terminar con las agresiones sistemáticas” que sufrió el pueblo y la patria por parte del imperialismo y sus aliados.
Los acuerdos firmados la víspera por el jefe de la delegación oficial Jorge Rodríguez y por la PU, Gerardo Blyde, contó con la mediación y acompañamiento de Noruega, Brasil, Países Bajos, Rusia y México.
Estos están referidos a la promoción de derechos políticos y garantías electorales para todos y protección de los derechos vitales para todos.
El primero incluye 12 aspectos como el de reconocer el derecho de cada actor político de seleccionar su candidato de manera libre y conforme a los mecanismos internos, la Constitución y la ley; y promover de manera conjunta ante el Consejo Nacional Electoral un conjunto de garantías para todos.
Propone, además, que el proceso electoral presidencial previsto para el venidero año se realice en el segundo semestre del 2024 e invitar a misiones técnicas internacionales como la Unión Europea, la Unión Africana, Panel de Expertos de la ONU, el Centro Carter y otros, con los fines de observar el desarrollo de los comicios.
El segundo contempla también el rechazo a las acciones unilaterales de Guyana de otorgar concesiones de exploración y explotación energética en áreas aún no delimitadas y que forma parte de la controversia, además de defender los bienes y propiedad de la filial petrolera Citgo, bajo amenaza de robo en Estados Unidos.
Dag Nylander, mediador de Noruega para las conversaciones, fue quizás quien mejor ilustró lo acontecido tras los acuerdos, al reconocer que aún queda mucho por hacer “pero este día marca un paso importante”.
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